Bajo la dirección de la paisajista Arancha Quintana, se ejecutan los jardines verticales en estos dos clásicos de Marbella.
La transformación de dos sitios emblemáticos de la mano del paisaje.
El concepto de jardín vertical integrado se lleva del spa a otras zonas del hotel, como la discoteca, mediante la combinación de musgo preservado y planta natural. Como detalle, uno de estos jardines preservados sirve de cartel del hotel, combinando letras de madera con el musgo.
El Spa de Puente Romano sufre una profunda transformación; las cabinas de masaje se separan unas de otras por jardines verticales, confiriendo un ambiente de relax, intimidad y contacto con la naturaleza.